febrero 27, 2015

Discos: "Anthems For The Bullied" - Monsterholic



Monsterholic es una banda nacida en 2013 en Barcelona, que tiene la gran virtud de integrar varios estilos en su música y de no limitarse al sonido “tradicional”. Es un interesante trabajo, cuyo nombre, Monsterholic, tampoco deja espacio a la casualidad. “Adicto al monstruo” podría traducirse a la adicción al “monstruo interior” que llevamos dentro y nos conduce a actuar de una determinada forma y a cometer errores. Asi mismo, el nombre se refiere a lo outsider, lo que permanece en la periferia de los convencionalismos y no es aceptado por las masas por esta misma razón.

El alma máter del proyecto es Àlex Calero, quien compone y mezcla los temas, y además interpreta todos los instrumentos en estudio. En directo se acompaña de Guillem Rovira a la batería, Albert Bleda al bajo y Marc Medina a la guitarra, mientras él se centra en los teclados, vocoders, pads, guitarras y añade voz a las piezas.

Realmente Monsterholic es incatalogable; su obra recuerda a grupos y a discos muy dispares entre ellos. Todas estas influencias se unifican bajo el nombre de Monsterholic, que reúne el sonido progresivo tradicional con la música electrónica a la par que manifiesta cierta vertiente jazzística.

El primer disco recibe el nombre de “Anthems For The Bullied”. Actualmente se encuentran grabando el segundo álbum, cuyo título aún es desconocido, que incorporará además piano acústico y baterías sin secuenciar.

“Anthems For The Bullied” se inicia con “Anthem”, una intro de dos minutos y medio puramente electrónica al estilo de los californianos The Glitch Mob.

Desde luego, si hubiera que elegir una sola pieza creada para el directo, sería sin duda “Daymare”. Es prácticamente imposible no dejarse llevar por sus marcados cambios rítmicos y las distorsiones constantes en el sonido. El tema incluye fragmentos de una película, y de hecho finaliza magistralmente con la frase “qué ciegas son las criaturas que se apoyan en el suelo”, una clara referencia a José Val del Omar, un cineasta atípico que optó por crear ilusiones audiovisuales a través de las que influir y “marcar” al espectador.

Apenas se es consciente de la transición de una canción a la siguiente, ya que “The Process of Leverage” inicialmente continúa con los mismos riffs pesados de “Daymare” , aunque luego evoluciona con toques electrónicos que no abandonan la facción metalera. Tiene secciones de puro metal progresivo, del tipo de Evergrey, pero desbancándose también de este género, puesto que en el último tramo recuerda a Avenged Sevenfold.

“Kentucky Kabuki” es mucho más relajado y ambiental, con aires post-rock. En el último minuto antes de pasar a la quinta canción, se desliga de la melodía y nos muestra a unos Muse más agresivos que ocupan apenas medio minuto.

“Underground Industry” evoca efectivamente a eso; a un mundo subterráneo aislado de la civilización, colonizado por seres mecánicos. La voz robotizada nos guía a través de un mundo paralelo dominado por la oscuridad. “Smartass” insiste en el estilo ya mencionado anteriormente pero con más groove.  La diferencia se aprecia a partir de “Portrait of a Weeping Lady”, más pensativa y con un ligero toque de jazz que apenas se puede distinguir. Mientras que en “Enter the Hero” la influencia metalera adquiere el primer plano, “Bullied” es más intimista. Recuerda a Peter Gabriel en “Darkness” ("Up", 2002) y da paso nuevamente a los toques electrónicos. “Iron” cierra el disco con una fusión de rock y metal clásico muy bien elaborado.

En conclusión, Monsterholic es un proyecto atractivo cuya elegancia radica en la asociación de varios géneros y corrientes musicales con gran acierto. No hace falta decir, por tanto, que es un grupo muy recomendable. -EVA PLAZA vía Keep The Dream Alive-

Monsterholic, Anthems For the Bullied
Independiente, 2013

Enlaces:

Daymare


Smartass

Daymare

febrero 22, 2015

Discos: "The Grand Experiment" - The Neal Morse Band



Equivocarse con Neal Morse es casi imposible. Ya sea con Transatlantic, con Flying Colors o como solista (con la banda que se carga, "solista" es un decir) el californiano es garantía de buena música y “The Grand Experiment”, su nuevo material, no es la excepción. Con la misma formación con la que nos visitó el año pasado en el Baja Prog (Randy George en el bajo, Eric Gillette a la guitarra, Bill Hubauer en los teclados y, si, featuring Mike Portnoy en la batería además de que todos participan en las voces) Morse entrega un disco variadito sin salirse, en general, de su estilo: el par de joyitas que son “The Call” y la monumental “Alive Again” (con sus 26 minutos de duración) aportan el sonido progresivo by the book de teclados brillantes, guitarras filosas, cambios de ritmos y sinfonismo impecable. “Waterfall” con su toque semi-acústico y sus juegos de voces es un remanso de tranquilidad a medio disco mientras que el toque “amigable” lo ponen la hard rockera  (y muy buena) “The Grand Experiment” y “Agenda” un tema descaradamente pop que con sus 3 minutos y medio de duración y un estribillo no pegajoso, sino absolutamente infeccioso, podría programarse sin problema en cualquier estación del “Top 40” (y de paso sacarle ronchas a mas de un proghead). Acaso conservador y sin alejarse ni un ápice de caminos ya recorridos, Morse entrega un trabajo magnifico que entra sin desmerecer en su discografía. Un disco (salvo el resbalón de “Agenda”) progresivamente correcto. -CORANNIEIT-

The Neal Morse Band, The Grand Experiment
Metal Blade, 2015

Enlaces:
Sitio Oficial
Sitio Facebook

The Call


The Grand Experiment

febrero 09, 2015

Discos: "Torn Apart" - Franck Carducci



Franck Carducci es un artista de Países Bajos.  En el año 2010 fue el telonero de Steve Hackett quien le animó a centrarse en su carrera como solista. Ése fue el inicio de su primer disco, “Oddity”, que además tiene varios invitados de lujo y obtuvo muy buenas críticas. En 2015 lanza el segundo disco -en el cual participa el mismo Hackett- “Torn Apart” que pasamos a detallar a continuación.

El primer tema comparte el nombre con la nueva entrega de Carducci, “Torn Apart”. Se inicia con una grata muestra de batería que rápidamente se desarrolla al sonido potente y cautivador de la guitarra. Cuando el ritmo se asienta, aparece la voz. Cuando pausa el ritmo, emerge un solo majestuoso de teclado que dura unos instantes. Tras un lapso, remonta el estribillo de la canción, que antecede a  un maremágnum de los instrumentos mencionados anteriormente y se calma en los últimos segundos.

“Closer to Irreversible” es más pausado, con un estilo melancólico que acompaña al tema por completo. Al contrario que en el primer track, en éste la voz aparece desde el principio y da paso a la guitarra principal -cuya función, por cierto, desempeña Steve Hackett- invirtiendo el orden de aparición anterior. Continúa con “Journey Through the Mind” que se estrena con el sintetizador  y posteriormente se va metamorfoseando a una balada de folk-rock con recuerdos a Ian Anderson, que combina magistralmente flauta, percusión y voz, y es aderezado con el melotrón.

En “Artficial Love” la labor vocalista de Carducci marca el inicio que pronto se acompasa con un ritmo muy marcado. Por esta razón es una antítesis al resto de pistas que componen el disco. “A Brief Tale of Time” consta de cuatro partes. La primera de ellas, a modo de intro: “The Quest”, es una balada agradable que constituye la pista de despegue de las demás fracciones diferenciadas.  “Higher and Higher” se interesa en crear un sonido desenfadado de mayor intensidad con un fiel teclado que da lugar a secciones muy melódicas. “2078: Möbius Trip”  es un viaje breve cargado de efectos admirables de sintetizador. “Back to Reality” evoca exactamente eso: una vuelta a la realidad, el frío regreso tras un sueño en el que se había conseguido lo anhelado.

“Girlfriend for a Day”  es una composición sencilla, desenfadada, y breve como un amor de 24 horas; sin tramas complejas que se desarrollan en su corta duración hasta que perece  poco a poco. “Mr Hyde & Dr Jekill” es un tema rockero, con una línea vocal más agresiva, un estribillo más pausado y el solo de guitarra pertinente. Después acaba de despegar y todos los instrumentos confluyen hasta que finaliza en fade out.

“Artificial Paradises” se aproxima al rock espacial sin caer en la psicodelia característica de éste. Aproximadamente tras la primera cuarta parte, se puede advertir un cambio evidente en el tono de la canción y por tanto contrasta con el corte más optimista del principio. Tras este lapso, mayormente instrumental, se suceden dos partes: una en la que predomina el teclado acompañado por la voz durante breves momentos, y otra precedida por un pequeño solo de batería y un coro, que dan paso al moog y éste último a la guitarra, es el turno de la calma. Finalmente, Carducci canta las dos últimas estrofas. El tema se despide con un teclado que evoca lo espacial, al igual que se comentó anteriormente, y desaparece paulatinamente.

Y el último tema, casi oculto en el disco, es “School”, un bonus track. Una más que digna versión del clásico de Supertramp (en “Crime of the Century”, 1974). También juega con el didgeridoo, un instrumento de viento poco frecuente cuya procedencia se remonta a los 2000 años. -EVA PLAZA vía Keep The Dream Alive-

Franck Carducci, Torn Apart
Independiente, 2015

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Torn Apart

A Brief Tale Of Time